sábado, 11 de febrero de 2012

San Valentín con La Chinata

Este post va dirigido especialmente a todos aquellos que reniegan de celebrar San Valentín ¿Por qué no? Cualquier escusa es buena para celebrar.
En La Chinata de la calle Ibiza, 38 te proponemos por poco dinero regalar y celebrar. Por diez euros puedes llevar un detallito a tu pareja, y  por menos de 7 euros cenar con el pack de "Il Giardino" de cena romántica para dos. Se trata de una caja con pasta y salsa ya preparada. Contamos con varios menús:


- Pappardelle festonate con salsa de tomate y albahaca
- Penne con salsa all´arrabiatta, tomate con anchoa y un toque de picante
- Paccari con pesto alla genovese.
Esta es nuestra propuesta, pero si te acercas hasta aquí, seguro que encuentras la horma de tu zapato.


Pero este blog no tiene como propósito ser algo puramente comercial, por eso hoy, en honor a San Valentín, voy a escribir una historia de amor. Es algo que me contaron hace tiempo, pero que yo versionaré a mi estilo.
Érase una vez una pareja joven, de unos 30 años, residentes en Madrid. Ambos en el paro. La desesperación de no encontrar un trabajo y la necesidad de afrontar los típicos pagos que tenemos todos sin saber muy bien de dónde sacarlo, les lleva a los dos a advertirse de que este año San Valentín no se celebra. Pero a los dos les queda ese gusanillo de tener un detalle el uno con el otro.
Ella, ni corta ni perezosa, se pasa por una tienda de las que compran pelo y pregunta cuánto le darían por el suyo. No está mal, es una buena cantidad. Total el pelo vuelve a crecer. Así que vuelve a su casa con unos euros en el bolsillo y un pañuelo en la cabeza.
Él también ha estado dándole vueltas al tema, y piensa en ese reloj de oro que era de su abuelo pero que nunca utiliza porque no tiene pulsera, y al paso que va nunca la va a tener porque no dispone del dinero suficiente para comprar una acorde con ese reloj de semejante categoría. Hoy en día Madrid está lleno de tiendas de "compro oro", así que no le resulta difícil venderlo al mejor postor. De esta manera cada uno compra un regalo sorpresa para el otro. Es San Valentín, pero ellos no se han visto en todo el día. Se verán a la hora de la cena y se darán los regalos.
- Hola ¿qué tal te ha ido hoy?
- Más o menos como siempre ¿y a tí?
- Bien también ¡Qué moderna estas con ese pañuelo! pero me gustas más con tu pelo suelto.
- Ya, bueno hay que cambiar
- ¿Qué has hecho hoy?
- Te he comprado un regalo
- ¡Jo! yo a ti también, sabía que harías lo que fuera para tener un detalle.
Los dos van tan contentos a por sus regalos. Primero lo abre ella. Es un pasador para ese pelo que ha dejado en la tienda de "se compra pelo". Después lo abre él. Es una pulsera para el reloj del abuelo que por la mañana vendió en la tienda de "compro oro".
En fin, supongo que la moraleja es que el amor está en el sacrificio que eres capaz de hacer por el otro.
¡Feliz día de San Valentín!
 

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