Una ciudad
cualquiera (preferiblemente una gran capital), un día laborable cualquiera.
Sólo se trata, con cierta tranquilidad, de observar a las personas que pululan
por cualquier calle (preferiblemente céntrica). Movimiento rápido de piernas;
semblante serio; móvil en la mano; Bolso, carpeta, mochila parecen tener vida
propia por el vaivén frenético con que se mueven; pequeñas carreras; caras de
disgusto; cruce de semáforos en rojo; la angustia comienza a reflejarse en los
rostros…”llego tarde, llego tarde….” Hay que ganar tiempo al tiempo; arañar
unos minutos. Cigarrillos sobre el asfalto a medio consumir; sándwich a medio
comer…”comida rápida, comida rápida”. Taconeos de zapatos que sobresaltan;
frenazos de coches……. Ufff. Stop. Como diría Mafalda “Paren el mundo, me quiero
bajar”. O para rematarlo "Y al final, ¿cómo es la cosa? ¿Uno lleva la vida
por delante o la vida se lleva por delante a uno?”.
El mundo
está comenzando a girar tan rápido que da vértigo asomarse. Y lo curioso es que
no nos cansamos de hacer círculos concéntricos y convertirlos en círculos
viciosos. Ganar tiempo ¿para qué? ¿Para descansar y poder volver con más fuerza
a ganar tiempo? Ganamos tiempo con la angustia de saber que el tiempo que hemos
ganado lo estamos malgastando.
Tranquilidad;
pongamos orden. ¿Cuántas veces nos hemos parado a observar la parte alta de los
edificios que nos rodean, los portales, las calles, el cielo, los árboles, los
jardines, los monumentos….? Creo que debemos olvidarnos de nuestra miopía y enfocar
más todo cuanto nos rodea, intentar aprender a disfrutarlo, a saborearlo, a
retenerlo, a gozar de las insignificancias de la vida; total hemos venido
(llegado) aquí casi de “prestado”, con fecha de caducidad en la frente.
Ganar tiempo.
El tiempo es inmisericorde; ni se va a parar, ni nos va a permitir prolongar
indefinidamente los grandes momentos. No intentemos ganarle, perdamos la
partida, “perdamos” tiempo dedicándolo a nuestra satisfacción. Dentro de unos
días se celebrará en el parque del Retiro la Feria del Libro; quizá sea un buen
momento para descubrir las maravillas de sus jardines a bordo de una buena
lectura.
Tal vez sea
por ello que en nuestra Oleoteca nos gusta compartir pequeños-grandes momentos
donde creemos que una agradable y tranquila conversación nos puede llevar a
cambiar nuestra visión del mundo.
Os
esperamos!!