martes, 12 de febrero de 2013

San Valentín (y II), con Aladina



En el anterior post hacía referencia a San Valentín y, cómo no, al “amor”. Sería difícil explicar la palabra, pero a pesar de ello, una de las definiciones de la RAE es: “Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo”. Y esto viene a propósito porque muchos de vosotros seguramente habréis visto por la calle unos buzones  en los que se puede leer: “buzón Aladina” cuyo lema es: “Envía una sonrisa contra el cáncer infantil” (www.aladina.org). Y es que el amor no solo lo podemos referenciar a nuestra pareja. Hay algo más; y aunque parezca muy redicho y algo sentimentaloide, el amor puede constituir una de las expresiones fundamentales del ser humano con su entorno y sus semejantes. Existen muchas ONGs dedicadas a cualquier tipo de labor social, pero sin duda, ésta me llamó la atención, no solo por lo curioso de su publicidad, si no porque los protagonistas (y muy a su pesar, ya que se trata de cáncer) son niños y adolescentes. Confieso que siento una especial debilidad por el mundo infantil, ya que creo que los niños son la expresión más natural del ser humano; son, por así decirlo, el ser humano “en bruto”. Todos sus sentimientos son explosivos, vehementes hasta límites insospechados. Cuando están alegres o ríen lo hacen hasta caer rendidos. Si están tristes, lloran desesperadamente. Son egoístas o por el contrario desprendidos sin límite. Cuando te quieren lo hacen sin tapujos y cuando te odian, sin recelos. Por su boca pueden aparecer las palabras, guapo, feo, pesado, tonto…porque en ese momento lo están sintiendo así y no necesitan esconderse para expresarlo. Cuando preguntan y repreguntan, ya que están descubriendo su entorno, lo hacen con tal naturalidad, con su (pura) inocencia que te desarman completamente o bien no te queda más remedio que rendirte ante ellos y comprender la cantidad de cosas que nos pueden enseñar y no a la inversa. Así, es de agradecer que haya organizaciones, fundaciones, etc. que centren su esfuerzo en la ayuda hacia los demás; en definitiva, que entreguen parte de su amor (ya sé que suena muy “empalagoso”) en hacer felices a otros.

Concretando y centrándome en la fundación Aladina os diré que es una entidad privada sin ánimo de lucro creada en el 2005 con el objetivo de ayudar a los niños que padecen cáncer y a sus familias atendiendo sus necesidades materiales y psicológicas. A través de ella ha sido posible, en el Hospital del Niño Jesús de Madrid (de financiación pública), la construcción del centro Maktub, dedicado a trasplantes de médula ósea, que tiene además como objetivo añadido la de paliar, en la medida de lo posible, la sensación de aislamiento a la que están sometidos los niños inmunodeprimidos y que la calidad de los espacios les amabilice la estancia a ellos y a sus familiares.

Y una vez hecho este pequeño inciso, os propongo una alternativa al día de San Valentín, que en definitiva es el día casi por excelencia en el que estamos “obligados” a demostrar nuestro amor. (Y sí, sé que va en detrimento de lo que pudierais comprar en nuestra oleoteca). Y es que con un simple gesto, y por muy poquito dinero, colaborar, ya no solo con la fundación Aladina enviando un SMS (lo podéis ver en su web: www.aladina.org), si no con cualquier otra organización que desinteresadamente se dedique a intentar hacer felices a los demás.

Feliz día de San Valentín

2 comentarios:

  1. Estupendo post!
    La Fundación Aladina hace un trabajo excelente, y lo mejor es que es un proyecto sólido y con continuidad.
    De todas maneras algo habrá que comprar en La Chinata para celebrar el día, no?

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  2. Muy bonito el post. No he visto los buzones pero ahora mismo entro en la web. Gracias por difundirlo.

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