En el
anterior post hacía referencia a San Valentín y, cómo no, al “amor”. Sería
difícil explicar la palabra, pero a pesar de ello, una de las definiciones de
la RAE es: “Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a
alguien o algo”. Y esto viene a propósito porque muchos de vosotros seguramente
habréis visto por la calle unos buzones
en los que se puede leer: “buzón Aladina” cuyo lema es: “Envía una
sonrisa contra el cáncer infantil” (www.aladina.org). Y es que el amor
no solo lo podemos referenciar a nuestra pareja. Hay algo más; y aunque parezca
muy redicho y algo sentimentaloide,
el amor puede constituir una de las expresiones fundamentales del ser humano
con su entorno y sus semejantes. Existen muchas ONGs dedicadas a cualquier tipo
de labor social, pero sin duda, ésta me llamó la atención, no solo por lo
curioso de su publicidad, si no porque los protagonistas (y muy a su pesar, ya
que se trata de cáncer) son niños y adolescentes. Confieso que siento una
especial debilidad por el mundo infantil, ya que creo que los niños son la
expresión más natural del ser humano; son, por así decirlo, el ser humano “en
bruto”. Todos sus sentimientos son explosivos, vehementes hasta límites
insospechados. Cuando están alegres o ríen lo hacen hasta caer rendidos. Si
están tristes, lloran desesperadamente. Son egoístas o por el contrario desprendidos
sin límite. Cuando te quieren lo hacen sin tapujos y cuando te odian, sin
recelos. Por su boca pueden aparecer las palabras, guapo, feo, pesado,
tonto…porque en ese momento lo están sintiendo así y no necesitan esconderse
para expresarlo. Cuando preguntan y repreguntan, ya que están descubriendo su
entorno, lo hacen con tal naturalidad, con su (pura) inocencia que te desarman
completamente o bien no te queda más remedio que rendirte ante ellos y
comprender la cantidad de cosas que nos pueden enseñar y no a la inversa. Así,
es de agradecer que haya organizaciones, fundaciones, etc. que centren su
esfuerzo en la ayuda hacia los demás; en definitiva, que entreguen parte de su
amor (ya sé que suena muy “empalagoso”) en hacer felices a otros.
Concretando
y centrándome en la fundación Aladina os diré que es una entidad privada sin
ánimo de lucro creada en el 2005 con el objetivo de ayudar a los niños que
padecen cáncer y a sus familias atendiendo sus necesidades materiales y
psicológicas. A través de ella ha sido posible, en el Hospital del Niño Jesús
de Madrid (de financiación pública), la construcción del centro Maktub, dedicado
a trasplantes de médula ósea, que tiene además como objetivo añadido la de
paliar, en la medida de lo posible, la sensación de aislamiento a la que están
sometidos los niños inmunodeprimidos y que la calidad de los espacios les
amabilice la estancia a ellos y a sus familiares.
Y una vez
hecho este pequeño inciso, os propongo una alternativa al día de San Valentín,
que en definitiva es el día casi por excelencia en el que estamos “obligados” a
demostrar nuestro amor. (Y sí, sé que va en detrimento de lo que pudierais
comprar en nuestra oleoteca). Y es que con un simple gesto, y por muy poquito
dinero, colaborar, ya no solo con la fundación Aladina enviando un SMS (lo
podéis ver en su web: www.aladina.org), si no con cualquier otra organización que
desinteresadamente se dedique a intentar hacer felices a los demás.
Feliz día de
San Valentín
Estupendo post!
ResponderEliminarLa Fundación Aladina hace un trabajo excelente, y lo mejor es que es un proyecto sólido y con continuidad.
De todas maneras algo habrá que comprar en La Chinata para celebrar el día, no?
Muy bonito el post. No he visto los buzones pero ahora mismo entro en la web. Gracias por difundirlo.
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